Cáceres y Provincia
Junta actuará Caminomorisco y Jarilla sin esperar a que incendios se den por extinguidos
Comenzará en los próximos días los trabajos paliativos y preventivos en las dos ZAU declaradas en el Consejo de Gobierno extraordinario de este jueves.
Las actuaciones de conservación y restauración medioambiental que la Junta de Extremadura desarrollará en las zonas afectadas por los grandes incendios forestales de Caminomorisco, que afectó a 2.781 hectáreas, y Jarilla, con 17.367 hectáreas arrasadas, comenzarán sin esperar a que los fuegos se declaren como extinguidos.
En concreto, ambos incendios están estabilizados y se darán por extinguidos cuando "desaparezca por completo el riesgo de reactivaciones", que son "normales en fuegos de esta magnitud y no suelen progresar al estar rodeados de zona quemada", según informa la Junta en una nota de prensa.
Por este motivo, y ante la "urgencia de intervenir" para tratar de anticiparse a las lluvias, la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural comenzará en los próximos días los trabajos paliativos y preventivos en las dos Zonas de Actuación Urgente (ZAU) declaradas en el Consejo de Gobierno extraordinario de este pasado jueves, día 18, que también acordó la declaración de utilidad pública de estos trabajos de emergencia.
Las Zonas de Actuación Urgente son aquellas "en las que sea preciso adoptar medidas de conservación o de restauración inmediata después de haber sufrido una catástrofe o desastre natural", según precisa la Ley Agraria de Extremadura. En particular, podrán ser declarados como tales los terrenos forestales que hayan sufrido un desastre natural y presenten la vegetación gravemente afectada.
Se declaran ambas por la "indudable urgencia" de actuar en el ámbito forestal para paliar algunas de las consecuencias negativas que, para los intereses generales, han tenido los incendios de este verano en Caminomorisco y Jarilla. De no actuar de forma urgente sobre el paisaje, "los daños podrían ser mayores, especialmente una vez que empiecen las lluvias", advierte el Ejecutivo regional.
A su vez, la declaración de ZAU permite poner en marcha los trabajos de conservación y restauración en las dos zonas, que contarán cada una con su propio plan de actuación, en el que se detallan las acciones concretas a realizar sobre el terreno.
'HELIMULCHING'
Así, la primera en ponerse en marcha será el 'helimulching', técnica consistente en que un helicóptero deposita sobre el terreno un 'mulch' (mantillo o acolchado) de restos vegetales (paja), un método que se ha demostrado el "más eficaz" para reducir la erosión del suelo, según las investigaciones desarrolladas a lo largo de la última década.
La aplicación desde el aire permite tratar áreas extensas en poco tiempo, y responde al criterio de agilizar las actuaciones en lo posible, para intentar anticiparse a las lluvias y sus efectos de arrastre de cenizas y sedimentos.
La "batería de actuaciones" diseñada por la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural en "tiempo récord", añade la Junta, incluye también la construcción de diques de mampostería y fajas subsoladas, y la corta de arbolado, saca y posterior tratamiento de restos.
También la construcción de nuevos accesos, reparación de los que resultaran dañados durante la extinción y la recuperación de otras infraestructuras rurales que pudieran haber resultado perjudicadas, principalmente por el paso de maquinaria pesada durante la fase de extinción.
Los diques de mampostería son pequeñas obras de corrección hidrológica forestal. Pueden ser de mampostería en seco (con piedra seleccionada del lugar), de mampostería hidráulica (esas mismas piedras más mortero de cemento) o de mampostería gavionada (la misma piedra, más un relleno a base de gaviones o cilindros grandes de malla metálica). Su función es retener los arrastres de cenizas y suelo producto de las escorrentías generadas por las lluvias.
Los caballones y fajas subsoladas son pequeñas terrazas de al menos 1,5 metros de altura, formadas con la pala de un bulldozer, más un subsolado (roturado) de al menos 40 centímetros. Suelen colocarse en zonas con elevada pendiente y poca o ninguna vegetación, que son las que presentan mayor riesgo de erosión o pérdida del suelo por el arrastre de cenizas y otros materiales hacia los cursos de agua.
Además, el material vegetal no utilizado para medidas de conservación y restauración se cortará, desramará, descopará y su fuste se sacará del monte. Así se evita la aparición de plagas y enfermedades forestales que pueden dañar masas arbóreas próximas que no resultan afectadas en el incendio.
ZONAS AFECTADAS
En el caso del incendio de Jarilla, el 60% de la superficie afectada es zona desarbolada, principalmente pastizales y roquedos. El 24% es robledal, el 8% son dehesas, un 3% masas mixtas de coníferas, y un 2% encinares.
En el fuego de Caminomorisco, el 60% eran pinares de pino pinaster, el 22% matorral con arbolado disperso, y el 11% masas mixtas de pinar y otras frondosas.
En Las Hurdes, el 79% son Montes de Utilidad Pública (1.965 hectáreas de sierras de Caminomorisco y 231 de sierras de Pinofranqueado). En Jarilla, son Montes de Utilidad Pública el 15% (1.484 hectáreas en Hervás y 929 en Casas del Monte). En este último incendio, el 83% de la superficie está dentro de la Red Natura 2000 pero no hay ninguna hectárea en ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
A la hora de realizar todos estos trabajos se tiene en cuenta la pendiente del terreno porque, a mayor desnivel, aumentan las posibilidades de que el suelo sufra mayores pérdidas por los efectos de las escorrentías.
En el incendio de Caminomorisco el 49% de la superficie afectada es de elevada pendiente (del 20% al 30% de desnivel), el 32% inferior al 20% y el 18% de muy elevada (superior al 30%). En el caso de Jarilla, esta información se está terminando de procesar.