Cáceres y Provincia
Diócesis Coria-Cáceres recaudó en 2024 unos 79.000€ del Domund para proyectos en misiones
El próximo domingo, 19 de octubre, se celebra una nueva jornada bajo el lema 'Misioneros de esperanza entre los pueblos'.
La Diócesis de Coria-Cáceres se unirá el próximo domingo, 19 de octubre, a la celebración del Domingo Mundial de las Misiones (Domund) para recaudar fondos destinados a la labor misionera de la Iglesia en todo el mundo, bajo el lema 'Misioneros de esperanza entre los pueblos'. De hecho, el año pasado se recaudaron un total de 78.910 euros, una cifra similar a la de años anteriores.
Actualmente, la Diócesis de Coria-Cáceres cuenta con 34 misioneros repartidos por todo el mundo, de manera que en África hay 6; en Asia, 1; 21 en diversos países de América otros 6 en Europa. De ellos, 18 son mujeres y 16 hombres, entre los que se incluyen dos familias del Camino Neocatecumenal destinadas en Austria.
La jornada del Domund incluye una vigilia de oración, que se celebrará en Coria el 16 de octubre en la Parroquia de San Ignacio, y en Cáceres el 17 de octubre en el Seminario con la participación de colegios religiosos, así como un encuentro familiar solidario el sábado 18 de octubre en el Paseo de Cánovas de Cáceres, con juegos, talleres y dinámicas de convivencia para todas las edades.
Todos los detalles de esta jornada se han presentado este martes en una rueda de prensa en la que han participado el obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido; el delegado diocesano de Misiones, Jesús Luis Viñas; y Belén Jiménez, misionera en el Congo. Monseñor Pulido ha destacado la importancia del Domund, una cita destacada dentro del calendario de la Iglesia.
"No podemos dejar pasar inadvertido que al menos una vez al año recordamos que la razón de ser de la Iglesia es el anuncio del Evangelio a todos, hasta los confines del mundo", ha dicho.
"Hoy las fronteras de la misión ya no son solo geográficas. Aquellos a quienes los misioneros iban a evangelizar están viniendo ahora a nosotros, a nuestros pueblos y ciudades. No pueden encontrar la frialdad de la indiferencia o el estigma de la discriminación, sino el mismo estilo de compartir la vida que movía a los misioneros", ha señalado.
Respecto a la recaudación del Domund, Jesús Luis Viñas ha agradecido el esfuerzo de la sociedad por colaborar con las misiones "teniendo en cuenta lo que cuestan las cosas ahora".
Asimismo, ha hecho una invitación a participar en esta jornada de solidaridad misionera, puesto que los donativos se destinan a la labor evangelizadora y a la promoción social realizada por los misioneros en distintos países.
Para ello, todos los países contribuyen al Fondo Universal de Solidaridad, que en 2024 ascendió a casi 64,3 millones de euros, destinados al sostenimiento ordinario de los territorios de misión y a proyectos concretos.
"El Domund es una jornada verdaderamente universal en la que todos recaudamos para ayudar a todos", ha indicado Luis Viñas, quien ha compartido que durante su estancia este verano en Guinea Ecuatorial pudo comprobar cómo en las parroquias de allí también se celebraba la colecta del Domund, y todavía estaban los carteles en las sacristías.
Cabe destacar que la rueda de prensa ha contado con el testimonio de Belén Jiménez, misionera en el Congo. Pertenece a la Obra Misionera Ekumene y estuvo en la República Democrática del Congo entre 1986 y 1992, y regresó junto a su esposo Philippe, ingeniero belga, de 1994 a 1997, para continuar colaborando en proyectos de desarrollo.
Actualmente residen en Cáceres y mantienen un fuerte vínculo con la misión, habiendo regresado en diversas ocasiones con sus hijos -2015, 2023 y de octubre a diciembre de 2024- para apoyar el colegio Nyumba Yetu de Lubumbashi. "Somos testigos de lo que hace el Domund en otros países", ha explicado Belén.
Y es que, según sus palabras, "gracias a los donativos, los misioneros pueden construir colegios, pagar a catequistas, ofrecer formación en valores, religión y atención sanitaria". "He visto cómo pequeños gestos de solidaridad, incluso de niños, pueden marcar la diferencia. He visto niños de cinco años renunciar a un helado para ayudar a otros; es un gesto que enseña compasión y solidaridad", ha explicado.
De la misma forma, Belén ha recordado que su paso por África cambió su visión del mundo porque "comienzas a ser más tolerante, a considerar al otro, y a ver cómo los gestos de ayuda devuelven dignidad a las personas".
Su trabajo diario abarcó desde la formación de mujeres en talleres de corte y confección, clases de religión, pastoral juvenil y retiros espirituales, hasta actividades de concienciación cívica a través de la Comisión Justicia y Paz durante el proceso de democratización del Congo, según informa la Diócesis de Coria-Cáceres en una nota de prensa.
"La verdadera misión no es solo construir o enseñar, sino acompañar a las personas para que reconozcan su dignidad, su valor como hijos de Dios y participen activamente en la transformación de su comunidad", ha concluido Belén.