Reportajes
Haza de la Concepción: el palacio que vuelve a hablar en Monfragüe
La primera vez que uno pisa la escalinata, el sonido sorprende: casi no existe. El paso se vuelve blando, contenido...
Es como si la piedra se hubiera puesto de acuerdo con la dehesa para bajar la voz. Afuera, un encinar centenario; dentro, un palacete italianizante que ha recuperado su dignidad. En Haza de la Concepción (Malpartida de Plasencia), las cosas pequeñas—el tacto, el silencio, el color—cuentan. Y quizá por eso el lugar vuelve a hablar.
De finca agrícola a retiro contemporáneo
El conjunto, propiedad de la Diputación de Cáceres desde 1970, acaba de reabrir como hotel rural de cuatro estrellas verdes, con 14 habitaciones (28 plazas) y previsión de expansión hasta 36, tras una rehabilitación pública de más de 4 millones de euros y la licitación de su explotación.
La nueva etapa la gestiona Lalamala S. L., con piscina, salas para reuniones y eventos, jardines y el restaurante Zagala, dirigido por el chef extremeño Roberto Santos. La institución provincial subraya el sentido rural del proyecto: la finca integra ganado promocional (conservación de razas como la Blanca Cacereña) y viveros de planta para municipios, ejemplo de colaboración público-privada bien entendida.
La historia es más larga. Haza de la Concepción es un palacio de estética italianizante levantado a comienzos del siglo XX por la familia de Silva; en 1911 pasó a la Caja de Ahorros y, ya en la segunda mitad del siglo, a la Diputación. Ese carácter “de casa de labor ilustrada” -entre arquitectura y campo - explica la personalidad del conjunto y su encaje actual como retiro contemporáneo.
Naturaleza que abraza la arquitectura
El palacete está en el corazón de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, uno de los paisajes más singulares de Extremadura, con el Tajo y el Tiétar como ejes y una de las citas imprescindibles del birding europeo.
Miradores como el Salto del Gitano condensan el espectáculo de buitres, águilas y roquedos, y el destino suma un atractivo nocturno: cielos Starlight certificados por la Fundación del mismo nombre, que avalan la calidad del astroturismo en la zona.
Para el viajero, es fácil combinar senderismo, observación de aves y estrellas en un radio mínimo.
Pero también hay espacio para lo urbano: a poco más de diez minutos, Plasencia ofrece un casco histórico compacto: muralla, plazas, casonas y ese diálogo singular entre Catedral Vieja y Catedral Nueva que asombra al visitante.
Es un plan redondo: mañana de naturaleza; tarde de patrimonio urbano con visitas guiadas; cena y noche de cielo oscuro en la finca.
Qué se ha reformado y por qué importa al visitante
La reapertura llega tras una remodelación integral del palacio y su entorno. Los expedientes de obra detallan, además de ajardinamiento y áreas estanciales, una capa técnica que explica el confort actual: consolidación estructural, reparación de cubiertas, impermeabilización de tejados, balcones y terrazas, y la adaptación de la accesibilidad mediante la prolongación del ascensor hasta sótano (con excavación de foso y adecuación de hueco).
Se han actualizado instalaciones de climatización, calefacción, ACS y electricidad, legalizado el gas del restaurante y reforzado la seguridad contra incendios y la eficiencia energética (por ejemplo, en antiguas caballerizas).
El entorno se ha ordenado con saneamiento, riego, alumbrado, pavimentación de caminos, cerramientos y mejora del centro de transformación eléctrico.
La Diputación de Cáceres encuadra esta reapertura en una estrategia de impacto rural: patrimonio público rehabilitado, gestión privada de proximidad, empleo y diversificación económica en el norte de la provincia.
La hoja de ruta prevé servicios en evolución, como la incorporación de gimnasio y el impulso de actividades en sintonía con la dehesa y el calendario natural.
El detalle interior que lo cambia todo
En la última fase, hubo un gesto silencioso que ordena el espacio y mejora la experiencia: vestir la escalera principal con una alfombra técnica en lana virgen, realizada a medida y en el tono corporativo del hotel.
La pieza amortigua el sonido de la pisada, aporta calidez y refuerza la continuidad cromática de los materiales nobles del palacio. Es uno de esos detalles que no compiten con la arquitectura: la acompañan y la vuelven más habitable.
Intervención realizada por Alfombras Hispania (AH), especializada en alfombras a medida para espacios patrimoniales e institucionales.
Más allá de la estética, una alfombra de escalera en un edificio histórico cumple funciones clave para el visitante: seguridad (pisada estable), confort acústico, legibilidad del recorrido y coherencia visual con la identidad del establecimiento. Es un ejemplo de cómo la artesanía contemporánea, si se integra con criterio, suma al relato del lugar sin alzar la voz.
Una microhistoria para contar y escuchar el lugar
Haza de la Concepción nació como finca de labor con 700 hectáreas de cultivos y ganadería, con guardeses, cuadras y palomar; hoy muchas de esas piezas se han recuperado (o reinterpretado) dentro del itinerario del complejo.
La microhistoria del sitio (familias, cosechas, secaderos, oficios) no es un decorado: es memoria viva que el viajero percibe en la pauta de los jardines, en la sombra de los aleros o en el dibujo de los caminos.
¿Se puede visitar sin alojarse?
El conjunto funciona como alojamiento y restaurante. Si no se pernocta, la vía más razonable para conocerlo es reservar mesa en Zagala y, en la llamada, confirmar accesos a exteriores o zonas comunes vinculadas al servicio.
La propuesta gastronómica basada en producto extremeño—a cargo de Roberto Santos—complementa muy bien una jornada de senderismo, birding o astroturismo en Monfragüe, con paseo vespertino por las catedrales de Plasencia.
Una nota de política pública bien entendida
La peripecia de Haza de la Concepción recuerda que la rehabilitación del patrimonio puede ser algo más que obra pública: puede activar empleo, fijar población y tejer un relato turístico de calidad en torno a la cultura, la naturaleza y el oficio. La propiedad pública del conjunto—y su cesión en gestión a una empresa familiar extremeña—ilustran un modelo replicable para otros activos: intervención rigurosa, proyecto con identidad y una experiencia que respete el lugar.
Ficha práctica
Dónde está: Finca Haza de la Concepción, EX-108 km 34, Malpartida de Plasencia (Cáceres). Enclavado en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe
Contexto histórico: palacete italianizante de inicios del siglo XX (familia de Silva); posteriormente titularidad de Caja de Ahorros (1911), y finalmente Diputación (1970)
Qué hacer cerca:
Monfragüe: miradores (Salto del Gitano), rutas y observación de aves; cielos Starlight para astroturismo.
Plasencia: casco histórico, muralla y doble catedral (horarios actualizados en su portal turístico).