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Españoles y lusos
03 junio 2025
Más de 70 colectivos españoles y portugueses han firmado un manifiesto en defensa del calendario de cierre planificado por consenso para las centrales nucleares españolas.
Así pues, y pese a que Portugal carece de centrales nucleares, asociaciones lusas llevan denunciando en los últimos años que el río Tajo transporta "partículas radiactivas", según indica el Movimiento Antinuclear Extremeño y Portugués en una nota de prensa.
De este modo, los colectivos firmantes del manifiesto, reclaman el cumplimiento del calendario de cierre de los dos reactores de Almaraz y la posibilidad de "un futuro limpio, justo y sostenible para Campo Arañuelo".
Todo ello tras subrayar que Almaraz ha "superado con creces" su vida útil técnica, por lo que continuar con su operación supone un "riesgo innecesario para la salud pública, el medio ambiente y la cuenca internacional del Tajo".
"Las empresas eléctricas y los poderes públicos no pueden seguir ignorando esta realidad, ni usar el miedo al desempleo como excusa para justificar una decisión insostenible y peligrosa", sostienen los firmantes, que no entienden por qué los políticos extremeños, en vez de cumplir con su "obligación" de planificar el futuro de un Campo Arañuelo "libre de radiactividad", se empeñen en tenerlos "encadenados con la bola del riesgo de accidente y/o escape nuclear".
En este sentido, los colectivos defienden que esta comarca cacereña tiene futuro "más allá de la nuclear", por lo que reclaman la inversión de "recursos públicos y privados en transformar la comarca en un referente de sostenibilidad, innovación energética y justicia territorial".
El cierre de la planta debe ir acompañado, señalan, por el plan de empleo centrado en la rehabilitación de los espacios degradados, la agricultura ecológica, las comunidades energéticas locales y el impulso del turismo de naturaleza, en una comarca entre el Geoparque Villuercas Ibores, la Vera y el Parque Nacional de Monfragüe.
Los fondos destinados al desmantelamiento junto con otros que se destinen a la formación profesional y la reconversión laboral deben ser "ejes", señalan, de una "transición justa, orientada a encontrar alternativas estables y dignas".
Todo ello en un marco en el que Extremadura ya produce más energía renovable en mayor cantidad que la que consume, y ante la previsión de que en 2030 estén instalados 16.000 MW de potencia renovables. Se están instalando baterías y proyectos de bombeo reversible que implica que la energía hidroeléctrica pueda "duplicarse".
Todo ello puede "suplir perfectamente la producción nuclear", sostienen desde el movimiento antinuclear, que reclama, por otro lado, un sistema energético distribuido, justo y participativo, porque la "colonización eléctrica" de Extremadura no ha supuesto, valoran, que los beneficios de la energía limpia lleguen a los hogares, las pymes y los municipios extremeños y no queden "en manos de las multinacionales que es a quien están defendiendo los gobiernos extremeños".
También exigen al Gobierno central que impulse ya la construcción de un Almacén Geológico Profundo para los residuos radiactivos, con financiación "íntegra" a cargo de las empresas propietarias de la Central Nuclear de Almaraz y que se asegure la restauración ecológica "total" del emplazamiento una vez finalizado el desmantelamiento.
"Extremadura no puede seguir siendo una colonia energética. Es momento de una nueva etapa basada en la dignidad, la soberanía energética local y el bienestar de las generaciones presentes y futuras", concluye la nota.
