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23 junio 2025
La transición hacia una movilidad más limpia no solo depende de vehículos eléctricos o combustibles alternativos. Los aceites de motor modernos representan una oportunidad inmediata para reducir emisiones y proteger el medio ambiente, mientras cuidamos nuestros vehículos.
En España, donde el 27,8% de los vehículos circulantes tiene etiqueta B y solo el 2% cuenta con etiqueta Cero, la realidad es clara: millones de coches con motor de combustión seguirán en nuestras carreteras durante años. Por eso, optimizar su funcionamiento con aceites más eficientes se convierte en una medida clave para reducir el impacto ambiental del transporte.
Los datos actuales del sector automotriz español revelan cifras contundentes. En 2024, el 39% de las matriculaciones corresponden a híbridos convencionales, mientras que los vehículos totalmente eléctricos representan solo el 1,8% del crecimiento anual. Con 23,6 millones de turismos circulando por España, donde el 17,9% no tiene etiqueta ambiental y el 27,8% cuenta con etiqueta B, la optimización de lubricantes se convierte en una herramienta inmediata para reducir emisiones.
Aceite de motor Imagen proporcionada por AUTODOC
Los aceites de motor ecológicos, elaborados a partir de fuentes renovables como plantas o algas, reducen significativamente la dependencia de recursos no renovables y tienen un impacto ambiental mucho menor durante su producción y uso. Estos lubricantes representan una alternativa real a los aceites convencionales derivados del petróleo.
Los aceites sintéticos modernos ofrecen ventajas concretas. Desarrollamos nuevos lubricantes que, debido a su menor viscosidad y fórmulas más sofisticadas, contribuyen a mejoras en la eficiencia del motor consumiendo menos combustible y, por tanto, reduciendo las emisiones de CO2. Esta tecnología permite que los motores trabajen de forma más limpia sin necesidad de modificaciones costosas.
España lidera iniciativas innovadoras en el reciclaje de aceites usados. El año pasado, un total de casi 7.000 entidades de la Comunidad de Madrid generaron 14.156 toneladas brutas de aceites industriales usados, resultando en la producción de más de 5.000 toneladas de nuevos lubricantes. Esta práctica permitió ahorrar 2,6 millones de barriles de petróleo y reducir las emisiones de dióxido de carbono en casi 6.000 toneladas.
El proceso de regeneración transforma aceites usados en productos de calidad equivalente a los originales. El producto resultante cumple con estrictos estándares de control de calidad y regenera residuos transformándolos en materias primas, siguiendo las directrices establecidas por la Comisión Europea y el Gobierno de España.
AUTODOC SPAIN: El aceite de transmisión es un lubricante encargado de evitar el rozamiento entre el sistema de transmisión y el chasis. Así pues, sin este lubricante las piezas acabarían desgastadas antes de tiempo y podrían generarse averías que afectarían a los elementos que conforman la transmisión del automóvil.
A continuación te mostramos los tipos de fluidos que puedes escoger para tu vehículo, cómo elegirlos y las diferencias entre el aceite de una transmisión automática y una manual. ¡Vamos a ello!
Esta perspectiva integral del mantenimiento vehicular es fundamental para entender cómo los diferentes tipos de fluidos pueden contribuir a la sostenibilidad. Los conductores pueden escoger entre diversos tipos de aceites para sus vehículos, considerando las diferencias entre el aceite de una transmisión automática y una manual, lo que permite optimizar tanto el rendimiento como el impacto ambiental.
La correcta selección de lubricantes no solo protege los componentes mecánicos, sino que también mejora la eficiencia energética del vehículo. Un aceite de transmisión adecuado reduce la fricción interna, lo que se traduce en menor consumo de combustible y, consecuentemente, en menores emisiones contaminantes. Esta sinergia entre mantenimiento preventivo y sostenibilidad demuestra que las decisiones técnicas cotidianas pueden tener un impacto positivo significativo en el medio ambiente.
Los aceites de motor sostenibles no solo benefician al ambiente. Estos lubricantes formulados con bases vegetales o sintéticas ofrecen ventajas reales: menor toxicidad, mayor seguridad alimentaria, reducción de consumo energético, reducción de emisiones y cumplimiento con normativas ambientales cada vez más exigentes.
Para los conductores, esto se traduce en motores que funcionan de manera más eficiente, consumen menos combustible y requieren menos mantenimiento. En 2024, gracias a la regeneración de aceites usados, se produjeron más de 61.000 toneladas de nuevos lubricantes a partir de residuos, demostrando que la sostenibilidad también puede ser rentable. El mercado de lubricantes en España creció un 1,1%, destacando el auge de los lubricantes de proceso y la apuesta por la sostenibilidad.
Las autoridades españolas están impulsando marcos regulatorios que favorecen estas tecnologías. El marco regulatorio, desde la Ley de Cambio Climático hasta los planes autonómicos de transición energética, está empujando a las empresas a repensar sus procesos.
Iniciativas locales como el sistema integral de recogida de aceite doméstico usado implementado en Sevilla, instalando contenedores naranjas distribuidos por todos los distritos y realizando campañas informativas, muestran el compromiso regional con la economía circular.
Los aceites usados tienen un potencial energético adicional. El aceite vegetal sometido a procesos de filtrado, decantado y refinado, mediante una reacción química llamada transesterificación, se convierte en combustibles alternativos como el biodiésel. Este biocombustible presenta menores emisiones de partículas y dióxido de carbono que el gasóleo tradicional.
La industria española está bien posicionada para aprovechar estas oportunidades. Para 2025, España proyecta alcanzar un 12% de biodiésel y bioetanol en el mercado, mientras que la regulación europea establece que la energía renovable debe representar al menos un 29% de la demanda para transporte al final de la década. El Aceite Vegetal Hidrotratado (HVO) puede reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 comparado con el diésel de petróleo crudo.
Los números hablan por sí solos sobre el potencial de estas tecnologías. Las organizaciones ambientales estiman que si cada hogar reciclara su aceite, se evitarían más de 4 millones de toneladas de CO? cada año a nivel mundial.
En España, el 55% del aceite industrial usado procede de talleres mecánicos, mientras que el 45% restante proviene de diversas industrias como agricultura y transporte. Tan solo un litro de aceite puede contaminar hasta 1.000 litros de agua, creando una película impermeable que impide el paso del oxígeno y la luz en ríos y lagos. Por eso, cada gota correctamente gestionada marca la diferencia.
La realidad del parque automovilístico español revela una oportunidad única para la sostenibilidad: casi la mitad de nuestros vehículos (45,7%) pertenece a las categorías sin etiqueta y etiqueta B, representando más de 10,8 millones de coches que pueden reducir significativamente sus emisiones mediante aceites de motor más eficientes. Mientras esperamos la transición completa hacia la movilidad eléctrica, optimizar estos vehículos existentes con lubricantes avanzados representa una estrategia inmediata y efectiva para mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades.
El sector del transporte es responsable del 23% de todo el CO2 que liberamos a la atmósfera globalmente, siendo junto a la generación eléctrica el único sector cuyas emisiones han seguido creciendo en los últimos años.
Entre las marcas que apuestan por soluciones eficientes se encuentra Ridex, una marca lanzada en 2016 por expertos en mercado y tecnología que ha vendido más de 38 millones de artículos a más de 8 millones de clientes en 27 países europeos. La compañía alemana se caracteriza por producir en fábricas líderes certificadas según normas como la IATF 16949, la ISO 26262 y la VDA 6.3, garantizando estándares de calidad sin comprometer la accesibilidad económica. Su filosofía de prescindir de intermediarios y operar a gran escala permite ofrecer considerable ahorro de costes directamente a los clientes, mientras mantiene el compromiso con una gestión inteligente de los recursos naturales del planeta.
La movilidad sostenible no requiere esperar a tecnologías futuristas. Con aceites de motor más eficientes, programas de reciclaje bien estructurados y la participación activa de consumidores informados, España puede liderar la transición hacia un transporte más limpio.
Cada cambio de aceite es una oportunidad para elegir productos que cuiden tanto nuestro motor como nuestro planeta. La sostenibilidad comienza con decisiones simples que, multiplicadas por millones de vehículos, generan un impacto transformador en la calidad del aire y la preservación de recursos naturales.
La tecnología está disponible, las infraestructuras están desarrollándose y las normativas avanzan en la dirección correcta. Solo falta que cada conductor tome la decisión consciente de formar parte de esta revolución silenciosa pero efectiva hacia una movilidad verdaderamente sostenible.
