El presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, se ha despedido este miércoles del sobrino-nieto de Miguel de Molina, Alejandro Salade, al que ha trasladado su confianza en mantener la colaboración en futuros proyectos, tras el trabajo conjunto realizado entre el Área de Memoria Histórica y Democrática de la institución provincial y la Fundación Miguel de Molina.

Un trabajo que se ha centrado en el ciclo titulado 'Tiempo negro', dedicado en su segunda edición a Miguel de Molina, y con el que la Diputación cacereña pretende "arrojar luz sobre ese tiempo tan oscuro de la guerra civil, de la dictadura franquista y de las personas perseguidas y represaliadas", ha dicho.

En este sentido, Morales ha incidido en que "se trata de recordar estos episodios para que no se vuelvan a repetir y poder construir una sociedad más justa", según ha dicho tras el encuentro con Salade, con el que culmina una "colaboración importantísima" que han mantenido las dos entidades y que confían poder mantener para futuros proyectos y programas.

Cabe recordar que han sido más de 2.000 personas las que han pasado por la exposición 'Embrujo. Los mundos de Miguel de Molina', y han asistido a las conferencias, que han contado con lleno prácticamente absoluto.

Estas charlas han sido impartidas por Stéphanie Demange, sobre los diarios de Miguel de Molina durante su destierro; Ramón Soler con 'El siglo XX, entre el cante y la copla'; Fernando Olmeda con la ponencia 'Memoria LGTBI: verdad y pedagogía contra el desprecio y el olvido', y la presentación de la reimpresión, por parte de la Diputación de Cáceres, del Romancero Gitano de Federico García Lorca con las litografías de Carles Fontseré.

Finalmente, esta edición de 'Tiempo negro' se cerró con el espectáculo 'Diálogos prohibidos. De Molina a Solana', con la actuación de la artista Pilar Boyero y el actor Manuel Bandera, que dio vida a Miguel de Molina en la película de Jaime Chávarri 'Las cosas del querer', según detalla la Institución provincial.