SALORINO (CÁCERES), 3 (EUROPA PRESS)

Erigido sobre un antiguo cine a punto de derrumbarse y con la vocación de convertirse en un lugar donde se fomenten la participación ciudadana, la creatividad y la vida comunitaria, el Espacio Cultural Victoria de la localidad cacereña de Salorino ha abierto sus puertas reivindicando que la cultura también puede vivirse en las zonas rurales.

Ha sido el alcalde de la localidad, Álvaro Sánchez Cotrina, quien ha considerado que este centro al que, según la Diputación de Cáceres "algunos han calificado como pequeño Helga de Alvear", representa una "apuesta firme por hacer posible lo que parecía inalcanzable: que los pueblos sigan siendo lugares de oportunidades, especialmente para los jóvenes".

"Su apertura simboliza que la cultura no solo puede vivirse en las grandes ciudades, sino que también puede ser el motor que impulse la vida en las zonas rurales", ha considerado el regidor durante su intervención en la inauguración para, a renglón seguido, destacar el "carácter estratégico del centro como una herramienta para construir futuro desde lo cercano".

Convencido de que en el medio rural es posible construir proyectos "muy competitivos, innovadores y de vanguardia", el regidor ha asegurado que este centro "no se va a centrar solamente" en el cine, en las exposiciones o los conciertos sino que buscará, a su vez, "atraer a gente que le pueda dar una oportunidad desde el punto de vista económico para promocionar" los valores agroalimentarios y el talento de la zona.

En el acto de apertura, también ha estado presente la secretaria de Estado de Agricultura, Begoña García, quien ha considerado que el centro dará "mucho juego" en términos sociales y culturales al haber sido "un espacio diseñado para generar emociones" y un lugar de "democratización de la cultura".

Por su parte, el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, ha abogado por la necesidad de "seguir invirtiendo en los pueblos" y en proyectos como el Espacio Cultural Victoria, al cual ha definido como "orgullo" y "envidia de muchos pueblos", así como y una muestra de que pueblos como el de Salorino "están vivos".