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La Diócesis de Coria-Cáceres celebra este sábado, 3 de mayo, la Coronación Canónica de la Virgen del Rosario de la localidad cacereña de Alcuéscar, en un acto religioso que será presidido por el obispo de la diócesis, Jesús Pulido, que vivirá así su primera coronación canónica.

La Virgen del Rosario tiene una antigua cofradía documentada desde 1632, y su actual imagen está vinculada históricamente al fervor por la Virgen tras la batalla de Lepanto.

La ceremonia de coronación tendrá lugar a las 11,00 horas, con la participación esperada de más de 1.500 personas, según la Junta de Seguridad, que contará con la colaboración de Policía Nacional, Guardia Civil, UME y otras fuerzas civiles y religiosas.

El acto litúrgico consistirá en la imposición solemne de la corona al Niño Jesús y a la Virgen del Rosario, siendo a partir de entonces reconocida oficialmente como Virgen del Rosario Coronada.

Con este acto, Alcuéscar se suma a la lista de localidades de la provincia de Cáceres que han celebrado coronaciones canónicas, como Cáceres, Plasencia, Montánchez o Coria.

Esta coronación tiene un proyecto de obra social que es la puesta en marcha de un centro especial de empleo para personas con discapacidad en el citado municipio y su entorno, según se ha desvelado en la presentación de este acto en el que el obispo ha dicho que siente "una mezcla de preocupación por hacerlo bien y de alegría" porque es "el máximo culto de hiperdulía que podemos tributar a la Virgen María".

"He podido comprobar en estos años que llevo en la diócesis la importancia que tiene la Virgen en nuestra geografía", ha dicho monseñor, quien ha resaltado que este acontecimiento no solo tiene un alto valor espiritual y cultural, sino que también conlleva un firme compromiso social con las personas más vulnerables del entorno.

El obispo ha estado acompañado por el alcalde de Alcuéscar, Dionisio Vasco, y el párroco de la localidad, Fernando Alcázar, miembro de la institución religiosa Esclavos de María y de los Pobres.

En su intervención, ha explicado la rigurosidad del proceso de aprobación de una coronación canónica, que exige nueve requisitos entre los que destacan: la devoción histórica, el valor artístico y cultural de la imagen, una intensa vida litúrgica y formativa, y una obra social que refleje el espíritu cristiano de servicio.

En este sentido, el compromiso con los más necesitados ha sido una piedra angular del proyecto. "El dinero invertido en la corona debe igualarse en atención a los pobres. No tendría sentido cristiano de otro modo", ha explicado Pulido.

Así, la parroquia ha impulsado la creación de un centro especial de empleo para personas con discapacidad, una obra con la que se busca garantizar inclusión laboral y dignidad para quienes más lo necesitan en la comarca.

El alcalde de la localidad, Dionisio Vasco, ha destacado el respaldo absoluto del ayuntamiento al proceso. "Desde el principio dijimos sí, porque el objetivo de la Iglesia y del Ayuntamiento es el mismo: el cuidado de las personas. Estamos condenados a entendernos y colaboramos como una sola comunidad", ha dicho.

El alma del proyecto ha sido Fernando Alcázar, párroco de Alcuéscar desde hace 17 años, quien ha liderado las actividades culturales, religiosas y sociales preparatorias durante más de un año, como la publicación del himno oficial, certámenes literarios, actividades juveniles, campañas solidarias y novenas multitudinarias.

"Lo más impactante ha sido ver cómo todo el pueblo se ha volcado. Las calles se están engalanando, la gente pinta sus fachadas, los jóvenes se han unido... La devoción es real, viva, popular", ha explicado.